LA IGLESIA PRESENTE EN NUESTRO HOGAR
Iglesia Doméstica Los padres han de ser para sus hijos los primeros anunciadores de la fe con su palabra y con su ejemplo Cristo quiso nacer y crecer en el seno de la Sagrada Familia de José y de María. La Iglesia no es otra cosa que la "familia de Dios". Desde sus orígenes, el núcleo de la Iglesia estaba a menudo constituido por los que, "con toda su casa", habían llegado a ser creyentes. Cuando se convertían deseaban también que se salvase "toda su casa". Estas familias convertidas eran islotes de vida cristiana en un mundo no creyente. En nuestros días, en un mundo frecuentemente extraño e incluso hostil a la fe, las familias creyentes tienen una importancia primordial en cuanto faros de una fe viva e irradiadora. Por eso el Concilio Vaticano II llama a la familia, con una antigua expresión, "Ecclesia domestica". En el seno de la familia, "los padres han de ser para sus hijos los primeros anunciadores de la fe con su palabra y c