SEGUNDO NIVEL, CATEQUESIS N°10
LOS SIETE PECADOS CAPITALES
La doctrina católica
divide en dos grandes grupos a los pecados, el pecado venial (se consideran
menores y son perdonados a través de los sacramentos) y el pecado mortal (son
sumamente graves, ya que rompen la vida de gracia y amenazan con la condenación
eterna a menos que la penitencia los perdone.).
En tanto, los pecados
capitales son siete y siguen este orden: lujuria, pereza, gula, ira, envidia,
avaricia y vanidad.
La lujuria
es el pecado ocasionado por la excesiva presencia de pensamientos de tipo
sexual, además supone pensamientos posesivos sobre otra persona. En su máximo
grado, la misma, puede desembocar en compulsiones sociológicas, sexuales o
transgresiones.
la gula
se identifica con la glotonería, es decir, el consumo en exceso tanto de comida
como de bebida, aunque también puede incluir otros tipos de comportamientos
autodestructivos. Abusos de determinadas sustancias, el alcoholismo o comer en
exceso son ejemplos de este tipo de pecado.
La avaricia,
es un pecado que implica la total orientación del ser hacia la obtención de
riquezas materiales para atesorarlas y por supuesto no entra en los planes el
compartirlas con los demás o gastarlas.
La pereza
supone la incapacidad de aceptar y hacerse cargo de la propia existencia.
La ira
implica un sentimiento no ordenado, ni mucho menos controlado, de odio y enojo,
entre las principales transgresiones que puede ocasionar este pecado capital se
cuentan el homicidio, el asalto, la discriminación y hasta el genocidio.
La envidia
supone el deseo de obtener aquello que otro posee lícitamente.
La Soberbia resulta el deseo por
tratar de ser siempre más importante y atractivo que el resto, es decir, la
sobrevaloración del propio Yo.
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