TERCER NIVEL, CATEQUESIS n°9
La Acción del espíritu
Santo
FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO
Todos estos frutos son
ideales en cualquier ocasión y momento de la vida: en casa con los padres, los
hermanos, en la escuela, con los profesores y compañeros, en el trabajo, en la
fábrica, en la siembra... con todas las personas.
- Para tener todos estos
frutos debes desear ser por entero de Dios y decirle que actúe sin límites en
ti.
1. Caridad
Es el primer y principal
fruto del Espíritu Santo. El amor, la caridad, es la primera manifestación de
nuestra unión con Cristo. La caridad delicada y operativa con quienes conviven
o trabajan en nuestros mismos quehaceres es la primera manifestación de la
acción del Espíritu Santo en el alma.
2. Gozo
La alegría es
consecuencia del amor, por eso al cristiano se le distingue por su alegría, que
permanece por encima del dolor y del fracaso.
3. Paz
La paz, fruto del
Espíritu Santo, es ausencia de agitación y el descanso de la voluntad en la
posesión estable del bien. Esta paz supone la lucha constante contra las
tendencias desordenadas de las propias pasiones.
4. Paciencia
Las almas que se dejan
guiar por el Paráclito producen el fruto de la paciencia, que lleva a soportar
con igualdad de ánimo, sin quejas ni lamentos estériles, los sufrimientos
físicos y morales que toda vida lleva consigo.
5. Longanimidad
Este fruto del Espíritu
Santo da al alma la certeza de que si pone los medios, si hay lucha ascética,
si recomienza siempre- se realizarán esos propósitos, a pesar de los obstáculos
objetivos que se pueden encontrar, a pesar de las flaquezas y de los errores y
pecados, si los hubiera.
6. Benignidad
Es esa predisposición del
corazón que nos inclina a hacer el bien a los demás. Este fruto se manifiesta
en multitud de obras de misericordia, corporales y espirituales, que los
cristianos realizan en el mundo entero sin acepción de personas.
7. Bondad
Es una disposición
estable de la voluntad que nos inclina querer toda clase de bienes para otros,
sin distinción alguna: amigos o enemigos, parientes o desconocidos, vecinos o
lejanos.
8. Mansedumbre
El alma que posee este
fruto del Espíritu Santo no se impacienta, ni alberga sentimientos de rencor
ante las ofensas o injurias que recibe de otras personas, aunque sienta –y a
veces muy vivamente por la mayor finura que adquiera en el trato con Dios- las
asperezas de los demás, los desaires, las humillaciones.
9. Fidelidad
Una persona fiel es la
que cumple sus deberes, aún los más pequeños, y en quien los demás pueden
depositar su confianza. Nada hay comparable a un amigo fiel –dice la Sagrada
Escritura-; su precio es incalculable. Ser fieles es una forma de vivir la
justicia y la caridad.
10. Modestia
Una persona modesta es
aquella que sabe comportarse de modo equilibrado y justo en cada situación, y
aprecia los taletos que posee, sin exagerarlos ni empequeñecerlos, porque sabe
que son un regalo de Dios para ponerlos al servicio de los demás. Este fruto
del Espíritu Santo se refleja en el porte exterior de la persona, en su modo de
hablar y de vestir, de tratar a la gente y de comportarse socialmente. La
modestia es atrayente porque refleja la sencillez y el orden exterior.
11 y 12. Continencia y
Castidad
El padre Fernández
Carbajal explica estos frutos relacionados con la pureza del alma, en una misma
frase: Como por instinto, el alma está extremadamente vigilante para para
evitar lo que pueda dañar la pureza interior y exterior, tan grata al Señor.
Estos frutos, que embellecen la vida cristiana y disponen al alma para entender
lo que a Dios se refiere, pueden recogerse aún en grandes tentaciones, si se
quita la ocasión y se lucha con decisión, sabiendo que nunca fallará la gracia
del Señor.
Aquí les dejo este video par que puedan comprender mejor la catequesis Dios los bendiga.
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