PRIMER NIVEL, 3ª CLASE
JESUS ME ENSEÑA A ORAR
Para comprender la
oración del Padre nuestro:
Padre
nuestro que estás en el cielo.
Si Jesucristo no nos
llega a revelar que Dios es nuestro Padre, jamás se le hubiera ocurrido ni al
más santo de la tierra. ¿Dónde está Dios nuestro Padre, además de su casa del
cielo...? Pregunta sabrosa como para escuchar las verdades más bellas y los
disparates más inocentes.
Santificado
sea tu nombre.
O sea, que todos
bendigamos y glorifiquemos a Dios, que más falta nos hace a nosotros que El sea
glorificado y más bienes se nos siguen, porque así nos bendice y nos ayuda como
PADRE NUESTRO.
Venga
a nosotros tu reino.
Sin votaciones ni
elecciones, ni peleas. Los misioneros se la pasan en eso toda su vida.
Anunciando el Reino de Dios.
Hágase
tu voluntad en la tierra como en el cielo.
¡Qué golilla para el
mundo entero! Viviríamos casi como en el paraíso; lo de casi es porque allí no
necesitamos médicos ni farmacias; aquí en la tierra, hasta los santos se
enferman y mueren.
Danos
hoy nuestro pan de cada día.
Jesús pensó en
nosotros. Tres peticiones en honor de Dios y cuatro en provecho de la gente
(cuenten y verán). Claro que lo del pan es lo primero; sin comer no se puede
rezar.
Perdona
nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.
O sea, "dando y
dando, pajarito volando". Con Dios nadie se las puede echar de vivo. Si tú
perdonas, te perdonan, si no olvídate de eso y cambia.
No
nos dejes caer en la tentación.
Vean al muchachito que
se acuesta de puro flojo y deja la tarea y todos sus deberes, para cuando venga
su mamá...
Líbranos
del mal. Amen
Advertencia
Con lo que usted sabe
del Padrenuestro y con estos dibujos a la vista, tiene un poco de catequesis
sabrosas y profundas, tal como se contienen en la oración del Señor. Es
cuestión de corazón y un poco de fantasía de la buena. Pueden salir estupendos
misioneros, ¡aunque usted no lo crea!
El
Ave María
Es una oración
sencilla, un diálogo muy sincero nacido del corazón, un saludo cariñoso a
nuestra Madre del Cielo.
Recoge las mismas
palabras del saludo del ángel en la Anunciación (Lucas 1, 28) y
del saludo de Isabel
(Lucas 1, 42), y después añade nuestra petición de intercesión confiada a su
corazón amantísimo. En el sigo XVI se añadió la frase final: “ahora y en la
hora de nuestra muerte”. Todo ello forma una riquísima oración llena de
significado.
El Avemaría es una
oración vocal, es decir, que se hace repitiendo palabras, recitando fórmulas,
pero no por esto es menos intensa, menos personal.
Podemos decir que el
Avemaría y el Rosario son las dos grandes expresiones de la devoción cristiana
a la Santísima Virgen. Pero la devoción no se queda sólo ahí.
Resumiendo:
Rezar un Ave María con fe, afirma que creemos toda la Biblia; en Dios Padre, en
Su ley, en Sus profetas y escritos; en Jesús, en Su existencia, en Su Palabra,
en Su victoria; en el Espíritu Santo, en Su acción en Su inspiración, en Su
capacitación para la santidad; y en la Iglesia con todas Sus enseñanzas acerca
de la Comunión de los Santos, el Cielo.
La
importancia del credo:
El Credo está dividido
en tres partes:
La primera parte habla
de Dios Padre y de la obra de la Creación.
La segunda parte habla
de Dios Hijo y de la Redención de los hombres.
La tercera parte habla
de Dios Espíritu Santo y de nuestra santificación.
El Credo es una forma
de profesar nuestra fe. Otra forma de profesar nuestra fe es haciendo la señal
de la cruz, que es la señal del cristiano. ¿Qué expresamos cuando nos
persignamos? Decimos que creemos en Dios que es uno en tres personas distintas.
Esto lo hacemos al decir “En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo”. Al trazar la señal de la cruz en nuestro cuerpo, expresamos que creemos
en la Encarnación, Pasión y Muerte y Resurrección de nuestro Señor Jesucristo.
¿Qué es orar?
A través de la Biblia
vemos claramente que orar es hablar con Dios. Cuando oramos abrimos nuestro
corazón a Dios para contarle cómo nos sentimos. En Mateo 6,5-8, Jesús habla
sobre la oración y dice:
Cuando oren, no sean
como los hipócritas, porque a ellos les encanta orar de pie en las sinagogas y
en las esquinas de las plazas para que la gente los vea. Les aseguro que ya han
obtenido toda su recompensa. Pero tú, cuando te pongas a orar, entra en tu
cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Así tu
Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará. Y al orar, no hablen
solo por hablar como hacen los gentiles, porque ellos se imaginan que serán
escuchados por sus muchas palabras. No sean como ellos, porque su Padre sabe lo
que ustedes necesitan antes de que se lo pidan.
¿Cómo oramos?
Puede que entendamos la
importancia de la oración, pero muchas veces no tenemos claro cómo debemos
orar. La Biblia nos da ejemplos y ayuda. En el mismo capítulo del evangelio de
Mateo mencionado anteriormente Mateo cap. 6 encontramos "el Padre
nuestro", conocido como la oración modelo de Jesús.
Compromiso:
¿Cuándo debo orar?
¿Por quién debo orar?
¿Cuál es la mejor
oración?
Memorizar las oraciones
principales de la vida cristiana
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